Si quieres ser freelance, hay muchas cosas que necesitas saber. Te vamos a comentar algunas de ellas, aunque es muy importante que te informes y creen un buen plan de negocio o plan de empresa antes de iniciar la actividad. ¿Quieres ser freelance?
Haz lo que te guste, ya que si inicias una actividad que te puede parecer rentable pero no te gusta te frustrará mucho inicialmente. Además, la pasión por algo se nota, todos lo notan. Si eres capaz de iniciar un negocio en algo que te apasione podrás obtener muchos mejores resultados de él.
Si lo haces en serio, aumentarás tu credibilidad aunque tendrás que asumir los costes de seguridad social, impuestos, gastos y demás añadidos además de los papeleos que tienes que hacer. Te llevará tu tiempo y dinero pero tienes que hacerlo para ser un profesional legal. Legaliza tu situación cuando puedas.
Descubre cómo encontrar clientes y potenciales clientes, promociónate teniendo en cuenta tu presupuesto y utiliza la creatividad para llegar a más personas. Sin clientes tu negocio no prosperará ni seguirá adelante, así que es lo primero en lo que tienes que pensar.
Tienes que saber vender o saber venderte. Siendo freelance necesitas demostrar algo más que tus habilidades en tu sector.
Si realizas servicios, puede que te convenga cobrar una parte del dinero, o todo, por adelantado, aunque muchas veces no lo hacemos por confianza o temor a perder un cliente. Aunque en realidad esto te asegura cobrar algo por tu trabajo, y si tu cliente va a pagar puede que no tenga inconveniente.
Tienes que tener un plan de respaldo, ya que habrá momentos en los que no obtengas beneficios o no ganes dinero. Tienes que tener dinero ahorrado al menos para un año con los gastos que te puede suponer la actividad, y gastos comunes, ese año.
Haz un contrato, deja por escrito todas las condiciones para que puedas reclamar en caso de ser necesario. En ocasiones, muchos clientes se excusan pidiendo de más para no pagar. Y por supuesto si haces factura legal tendrás derecho a cobrarla, pide los datos a tu cliente para hacerlo.
Eres responsable de tus propias acciones, si algo sale mal vendrá todo sobre ti. El autónomo lo es de responsabilidad ilimitada.
Si sale mal, puedes volver a intentarlo…o dejarlo. ¡Tú decides! Hay muchos triunfadores que tuvieron que fracasar para llegar al éxito o para que las cosas le fueran bien. Solo tienes que aprender de tus errores.
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